En un fallo sin precedentes, una jueza federal en Estados Unidos ha declarado que Google mantiene un monopolio en el sector de la publicidad online, afectando gravemente la competencia en el mercado. Esta sentencia podría tener consecuencias profundas para el modelo de negocio del buscador más grande del mundo.

La decisión se centra en cómo Google ha controlado de forma abusiva el mercado publicitario digital, forzando a medios y anunciantes a utilizar sus plataformas DFP y AdX para poder participar en la subasta de anuncios online.

Cómo opera el monopolio y por qué es un problema

El fallo sostiene que Google obliga a los editores a usar su propia tecnología publicitaria para tener acceso a los espacios donde se venden anuncios. Esto ha limitado seriamente la entrada de nuevos competidores y ha encarecido los costos para los anunciantes. Según datos judiciales, Google controla aproximadamente el 87% de este mercado, dejando sin aire a rivales más pequeños.

Los servicios señalados como parte del problema incluyen DoubleClick for Publishers (DFP), una plataforma que muchas webs usan para administrar anuncios, y AdX, el intercambio donde se subastan los espacios publicitarios. Ambas herramientas son propiedad de Google y están integradas de forma que se favorecen entre sí.

Qué puede pasar ahora con el negocio publicitario de Google

A raíz de esta sentencia, el Departamento de Justicia podría obligar a Google a dividir sus divisiones publicitarias en empresas separadas. De concretarse, esto supondría el mayor revés estructural en la historia reciente de la compañía, aunque los negocios de YouTube no se verían afectados.

Se espera una apelación por parte de Google, pero la presión judicial marca un hito en la regulación tecnológica.

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