Un equipo internacional de científicos ha logrado un avance en energía sostenible al convertir el calor corporal para generar electricidad. Este innovador método utiliza lignina, un material renovable extraído de residuos de madera. Y de esté crear membranas capaces de transformar energía térmica de baja temperatura en energía eléctrica. Este avance promete revolucionar la tecnología portátil, ofreciendo una fuente de energía continua y limpia sin dañar el medio ambiente.
El poder del calor corporal
El cuerpo humano produce aproximadamente entre 60 y 80 vatios de energía térmica por hora, suficiente para alimentar dispositivos electrónicos pequeños, como laptops. Sin embargo, capturar y almacenar este calor para su uso energético representa un desafío significativo. Los convertidores termoeléctricos tradicionales son poco eficientes, especialmente a temperaturas inferiores a los 200 °C. Donde gran parte de la energía suele perderse en la atmósfera. Al enfocarse en procesos de baja temperatura, los investigadores buscan utilizar el calor residual de fuentes como el calor corporal para generar electricidad, tuberías de calor y edificios.
Lignina: La clave para membranas termoeléctricas ecológicas
¿Por qué lignina?
La lignina, un subproducto vegetal derivado de la madera, es abundante, renovable y respetuosa con el medio ambiente. Científicos de la Universidad de Limerick en Irlanda, en colaboración con la Universidad de Valencia en España, identificaron la lignina como el material ideal para crear membranas que aprovechen el calor corporal para generar electricidad de fuentes de baja temperatura. Al impregnarse con una solución salina, la membrana de lignina genera una diferencia de potencial, causando que los iones se desplacen del lado más caliente al más frío y generen corriente eléctrica.

Almacenamiento de energía seguro y ecológico
El equipo de investigación fue más allá, desarrollando un material de carbono poroso a partir de residuos de madera para almacenar los iones que atraviesan la membrana de lignina. Este supercondensador de carbono, también derivado de residuos de madera, evita el uso de materiales dañinos como plomo y antimonio, ofreciendo una solución de almacenamiento energético segura y respetuosa con el medio ambiente.
Implicaciones para la tecnología portátil
Esta innovación abre posibilidades para que los dispositivos portátiles funcionen con el calor corporal para generar electricidad. Con mayor desarrollo, esta tecnología podría permitir dispositivos autosuficientes que operen sin baterías externas o materiales tóxicos, apoyando una nueva era de dispositivos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Conclusión: Un paso hacia una tecnología más verde
Al convertir el calor corporal para generar electricidad mediante materiales renovables de origen vegetal, los científicos han dado un paso fundamental hacia soluciones energéticas sostenibles. Este descubrimiento promete un futuro para dispositivos portátiles más ecológicos y destaca la búsqueda continua de alternativas conscientes con el medio ambiente. Para más información sobre tecnologías verdes, visita nuestra guía sobre innovaciones sostenibles en wearables.
Este avance pionero no solo impulsa la energía renovable, sino que establece un nuevo estándar para una tecnología más responsable con el entorno.